Zoonoses: Realidad y ficción

 
 


NIÑOS Y GATOS

Si hay un momento en la vida en que se reciben  más consejos de amigos, y hasta de desconocidos, es durante el embarazo. Los comentarios sobre los gatos pueden ser variados, alarmantes y tremendistas, estando la mayoría de ellos basados en “cuentos de viejas” y hechos por gente poco y mal informada. No hay motivo para la preocupación, los gatos, el embarazo y los niños son perfectamente compatibles.

EMBARAZO

Las futuras madres suelen estar muy preocupadas por la salud de su bebé y a veces parecen encontrar posibles peligros para él por doquier. La gente suele advertirles del alto riesgo que corren al convivir con un gato que pueda contagiarles la toxoplasmosis. Tranquila, futura mamá: veamos cuál es la verdad  y cuál la ficción.

La toxoplasmosis es una infección causada por un parásito llamado Toxoplasma gondii; si una mujer se infecta durante el embarazo (especialmente durante el primer trimestre) puede haber problemas con el bebé. Los gatos con acceso al exterior  que cazan e ingieren animales como ratones podrían ser portadores de la enfermedad; no obstante, el parásito sólo se encontraría en las heces del gato y usted tendría que ingerir el parásito para infectarse. Los gatos no son el mayor factor de riesgo de contagio de toxoplasmosis, de hecho, la carne poco cocinada o cruda – incluidos el jamón, chorizo, salchichón, etc.- y las verduras insuficientemente lavadas y desinfectadas suponen un riesgo muchísimo mayor. Para evitar todo riesgo, siga estos simples consejos:

  • no alimentar al gato con carnes crudas o poco cocinadas
  • el embarazo no es el mejor momento para adoptar gatitos abandonados
  • Limpiar diariamente la bandeja del gato. Si está usted embarazada, póngase guantes o deje que otra persona se encargue de ello.
  • Seguir normas elementales de higiene, como impedir que el gato suba a la encimera de la cocina o la mesa y lavarse las manos con regularidad.
  • Ponerse guantes para trabajar con plantas o tierra.
  • Lavar cuidadosamente las verduras.
  • Lavarse las manos tras manipular carne cruda, y asegurarse de cocinarla durante el tiempo suficiente.
  • no consumir embutidos durante el embarazo

Los problemas de contagio son rarísimos y muy fáciles de evitar siguiendo normas elementales de higiene.

También es importante asegurarse de que su gato no tiene lombrices intestinales (Toxocara y Toxáscaris); es tan simple como seguir las pautas regulares de desparasitación que su veterinario le indique y mantener normas básicas de higiene. El gato será tan peligroso para su futuro bebé como usted misma.

CUANDO EL BEBÉ LLEGA A CASA

El momento de introducir al niño en la casa por primera vez puede generar también preocupaciones- ¿cómo reaccionará el gato? Una vez más, tranquilidad, compórtese con normalidad y procure no crear situaciones de tensión. Deje que el gato se acerque al niño para olerlo y que investigue a esa pequeña y ruidosa nueva criatura de extraño olor y a toda la parafernalia que conlleva para que no se sienta atemorizado por ella. Lo maravilloso de los gatos es que la inmensa mayoría de ellos, una vez satisfecha su curiosidad inicial, dan media vuelta y vuelven a su cálido y preferido lugar en la casa – a ser posible junto al radiador- para enroscarse y seguir durmiendo tranquilamente. Ocasionalmente, algunos gatos extraordinariamente sensibles pueden estresarse y tener episodios de micción inadecuada, marcando en el interior de la casa; aumentar su sensación de seguridad (ver la hoja de información “orinando y defecando en la casa”) y mantener una buena higiene solucionan el problema. Es posible que al principio usted se sienta más tranquila impidiendo que el gato entre en la habitación del bebé.

Todos hemos oído “cuentos de viejas” sobre gatos que se han tumbado sobre un bebé y lo han asfixiado. Ciertamente los gatos adoran la comodidad y la cuna suele ser irresistiblemente atractiva, pero la mayoría de los gatos la prefieren para ellos solos y esperan a que la cuna esté vacía para subirse a ella. Para evitar todo riesgo (realmente sólo cuando el bebé es un recién nacido y no puede volverse podría haber algún problema) asegúrese de que el gato no está en la habitación del niño cuando lo deje durmiendo, o si deja abierta la puerta cubra la cuna del niño con una red.

ENFERMEDADES TRANSMISIBLES ENTRE EL GATO Y EL HOMBRE

Las enfermedades transmisibles entre los animales y el hombre se conocen como zoonosis y alguna de ellas se transmite del gato al hombre y viceversa. Aunque son peligros poco frecuentes, es preferible conocerlos y tomar algunas precauciones.

Afortunadamente, la mayoría de las zoonosis felinas son de escasa presentación, aunque la ignorancia, el miedo y la desinformación han creado varios mitos sobre ellas. En realidad el número de personas que enferman cada año por toxiinfecciones alimentarias es mayor que las que han enfermado por contacto con los gatos a lo largo de los años. El sentido común, las  correctas medidas de higiene como la limpieza cuidadosa de la bandeja y los tratamientos periódicos del gato contra pulgas y otros parásitos minimizan el riesgo de que el gato nos transmita alguna enfermedad.

Algunas zoonosis importantes

MORDEDURA DE GATO

Las bacterias de la boca del gato, en especial, Pasteurella multocida, pueden causar infección en la herida del mordisco, produciendo inflamación y dolor y a veces abscesos. Las heridas causadas por mordedura deben limpiarse cuidadosamente y si se advierte inflamación, dolor o infección solicite atención médica. Su médico también puede informarle sobre la prevención del tétanos y si considera necesario llevarla a cabo.

PULGAS

Las pulgas son muy comunes en los gatos y aunque la mayoría de ellas no viven sobre las personas si que pueden picarles y causar irritación de la piel. Las pulgas pueden controlarse limpiando regularmente el entorno del gato y aplicando sprays u otros productos específicos para el ambiente, así como tratando regularmente al animal (véase “Control de las pulgas en el gato”).

TIÑA

La tiña (dermatofitosis) es una de las zoonosis más frecuentes transmitidas por el gato, aunque se trata de una enfermedad leve y que no deja secuelas, ni en el animal ni en los humanos, tras ser tratada. Lleve a su gato al veterinario si presenta lesiones en la piel y póngase guantes para manipularlo si se sospecha que pueda padecer tiña. Su veterinario examinará al animal y realizará las pruebas analíticas que confirmarán o descartarán  la enfermedad y le prescribirá el tratamiento necesario en los casos positivos.  Evite que los niños tengan contacto directo con los gatos afectados y extreme las precauciones cuando tenga que manipularlo (guantes desechables, etc...).  No debemos olvidar la desinfección del entorno, pues las esporas de los hongos de la tiña son resistentes y puede haber grandes cantidades de ellas a su alrededor. Si usted observa lesiones en su piel tras haber tenido contacto con gatos póngase en contacto con su médico (véase “Tiña en el gato”).

TOXOPLASMOSIS

Toxoplasma es un parásito que infecta al gato y otros mamíferos, incluido el hombre. Es un problema principalmente para las mujeres embarazadas, ya que si la infección ocurre durante la gestación el feto en desarrollo pude resultar dañado. La mayoría de las infecciones humanas tienen su origen en el consumo de carne (manipulación de carne cruda, consumo de carne cruda o poco cocinada). Sin embargo, cuando un gato se infecta por primera vez puede eliminar huevos (ooquistes) en sus heces durante un corto periodo de tiempo tras la infección, siendo una potencial fuente de contagio para los humanos. Debido a este hecho, se recomienda que la bandeja del gato se vacíe y limpie diariamente (los huevos no tienen capacidad infectante para los humanos hasta veinticuatro horas después de haber sido eliminados en las heces) y que la manipulación de la bandeja no la efectúen las mujeres gestantes.

LOMBRICES INTESTINALES

De manera excepcional, los humanos pueden infectarse con la lombriz redonda del gato (Toxocara cati) o con tenias (Dipilidium caninum). Estos contagios son extremadamente raros (son mucho más frecuentes los contagios de lombrices del perro), pero la desparasitación regular del animal, tanto contra lombrices redondas como contra tenias es una parte importante del cuidado del gato (véase “Desparasitación del gato”).

CAMPYLOBACTER Y SALMONELLA

Se trata de bacterias intestinales capaces de provocar gastroenteritis severas en los animales y en el hombre. La infección humana suele producirse a través de los alimentos, siendo muy raro, aunque posible, que el contagio provenga del gato. Las medidas básicas de higiene (lavarse las manos tras manipular al gato) deben seguirse siempre, pero especialmente si manipulamos gatos con diarrea. Si la diarrea es profusa, dura varios días, o contiene sangre, lleve a su gato al veterinario. Si se confirma la presencia de campylobacter o salmonella el veterinario le prescribirá el tratamiento específico y le indicará el seguimiento necesario.

ENFERMEDAD DEL ARAÑAZO DEL GATO

La enfermedad del arañazo del gato es una enfermedad muy poco frecuente que se caracteriza por inflamación de los ganglios linfáticos y que a veces se acompaña de otros síntomas, como fatiga, dolor muscular o dolor de garganta. La enfermedad se manifiesta después de haber sido mordido o arañado por un gato y además de ser muy infrecuente es muy raro que provoque problemas serios. El principal organismo responsable de esta enfermedad (Bartonella henselae) parece ser muy común en la población felina, pero su capacidad para transmitirse a los humanos es muy baja. En cuanto a la transmisión de la bacteria entre los gatos, las pulgas parecen ser la principal fuente.

ALERGIA AL GATO

Muchas cosas, incluidos los gatos, pueden causar alergia en las personas. La alergia se puede manifestar de diversas formas; la mayoría de la gente tiene afecciones moderadas, como picores, lagrimeo o rinitis;  algunas personas presentan reacciones cutáneas más graves y un pequeño número de alérgicos pueden sufrir, en ocasiones, episodios graves de asma.

Estas reacciones ocurren porque el sistema inmunitario de la persona reacciona  de forma anómala contra algunos agentes extraños llamados alergenos (particularmente proteínas animales y vegetales) produciendo anticuerpos (“armas químicas”) como protección contra ellos

Una de las acciones de los anticuerpos es la de estimular la producción de otras sustancias defensivas, como la histamina, contra estos agentes extraños.  En las personas alérgicas, los niveles altos de histamina irritan los pulmones, la nariz, la piel, los ojos y otros tejidos, de lo que se derivan los síntomas típicos de la alergia (tos, descarga nasal, lagrimeo, picor...).

La principal causante de la reacción alérgica a los gatos es una proteína secretada en la saliva y la piel de los gatos- no en su pelo-. La razón por la que la encontramos en el pelaje es porque le gato se acicala lamiéndose. También se excreta en orina y heces.

La reacción se produce cuando la persona inhala el alergeno, y esto puede ocurrir cuando se toca al gato, se limpia su bandeja o incluso al sentarse en un sillón donde el gato haya estado descansando.

Las personas alérgicas a los gatos pueden experimentar reacciones de mayor o menor intensidad frente a una u otra raza de gatos, aunque todas ellas producen alergenos. Aunque no hay una causa científica probada, mucha gente parece reaccionar de manera más severa a los gatos de pelo largo, quizá porque al tener el pelo largo se acumula en él más cantidad de alergeno o porque hay más pelo en el entorno. De cualquier manera, incluso gatos con tan poco pelo como el Rex o el Sphynx pueden causar reacción alérgica.

Si usted tiene un gato y le produce síntomas moderados de alergia, manténgalo apartado de su dormitorio y mantenga la casa (alfombras, cortinas, tapicerías) lo más limpia posible, puesto que la acumulación de alergeno es lo que le causará los síntomas. Es mucho más fácil limpiar de alergenos un suelo de madera o terrazo que uno enmoquetado o con muchas alfombras. El uso de las aspiradoras supone una ayuda limitada, puesto que podría incluso facilitar la movilización e inhalación de los alergenos, por lo que tendría que realizarse con una buena ventilación.

El baño regular del gato podría parecer una solución, pero... ¡hay que ser propietario de un gato para saber lo difícil que es llevarlo a cabo! En el mercado existen algunos productos que aseguran reducir la carga de alergenos si se aplican regularmente en el pelaje del gato, pero la información sobre su modo de actuación parece escasa.
Su médico puede recetarle medicamentos para combatir la alergia, pero su eficacia varía mucho de una persona a otra en función de su grado de reacción a los alergenos. Se puede intentar la hiposensibilización (lo que llamamos comúnmente vacunarse contra la alergia) si la medicación no funciona satisfactoriamente; la hiposensibilización consiste en la inoculación progresiva en la piel de cantidades cada vez mayores de alergeno. Muchos pacientes alérgicos ven cómo sus síntomas mejoran significativamente después de aproximadamente seis meses de tratamiento, aunque puede haber recaídas. La inmunoterapia no es la solución ideal, puesto que no siempre funciona y siempre deberá ser su médico quien decida su conveniencia.

Los investigadores se esfuerzan en encontrar soluciones a la alergia, pero los resultados probablemente tardarán aún unos años en estar disponibles. Desafortunadamente esto supone que algunos amantes de los gatos tendrán que seguir prescindiendo de su compañía.

 

 

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