Carcinoma de celulas escamosas en gatos

 
 

Los gatos son grandes adoradores del sol (más incluso que los humanos) y la mayoría de ellos pueden estar tumbados al sol todo el día sin sufrir quemaduras o dañar su piel. Para algunos gatos, sin embargo, esto no es cierto – al igual que las personas de piel pálida, los gatos con áreas de piel blanca no pigmentada (casi siempre zonas recubiertas por muy  poco pelo) pueden sufrir daños muy severos tras la exposición al sol. Las zonas afectadas con más frecuencia son las pinnas u orejas, la nariz y los párpados. Al principio la lesión aparece en forma de área de color rosado, quizás con algunas  costras y pérdida de pelo.

La exposición continuada a los rayos solares conduce a la aparición de más costras. Si estas lesiones no son tratadas y el gato no es protegido del sol, puede aparecer una enfermedad muy grave llamada carcinoma de células escamosas (CCE). Es un tumor maligno que se extiende localmente, destruyendo el tejido de alrededor. Ocasionalmente puede extenderse también a otras partes del cuerpo como los ganglios linfáticos o los pulmones. A medida que la enfermedad se va volviendo más grave el aspecto de la piel se vuelve más rojo y pueden aparecer zonas ulceradas con bordes duros y elevados en orejas, párpados, nariz, labios y cara. El sangrado de las lesiones auriculares (en las orejas) puede ser un verdadero problema para algunos gatos.

¿Puede ser tratado el CCE? 

 El tratamiento depende de la severidad de la enfermedad. Si solo hay lesiones leves es posible que su veterinario sencillamente le recomiende mantener al gato dentro de casa en las horas de máxima radiación solar (entre las 10 y17h). Algunos gatos toleran que se  les aplique una loción protectora solar en sus zonas más vulnerables (factor 15 o más), aunque como los gato son  como son, la mayoría de ellos se la quitan rápidamente ¡lamiéndose!

Si su veterinario considera que las lesiones que presenta su gato son más graves, puede que le sugiera tomar una biopsia para que un patólogo confirme si se trata de un CCE. Aunque solo se toma una muestra muy pequeña, si esta procede de la oreja quedara inevitablemente un pequeño defecto. Para tomar la biopsia su gato deberá someterse a una anestesia general.

Si el diagnóstico es el de un CCE, es posible que su veterinario le recomiende la extirpación quirúrgica del tumor. Cuanto antes sea realizada mejor, para evitar la invasión de los tejidos adyacentes. El objetivo de la cirugía será eliminar todo el tejido canceroso y un margen de tejido sano alrededor para  evitar recurrencias. La extirpación de las orejas hace que el aspecto del gato sea diferente, pero se realiza de manera muy sencilla. Si el problema está localizado en los párpados o la nariz la resección quirúrgica puede ser más complicada.  Puede que sea necesario un tratamiento adicional de radioterapia – esto presenta el inconveniente de que este tipo de tratamiento solo se aplica en centros especiales, y puede no estar al alcance de todos los propietarios. Otra posibilidad de tratamiento es la criocirugía, que en algunos casos puede ser muy efectiva. Aunque se están investigando nuevos tratamientos, de momento la cirugía es la mejor opción de tratamiento en la mayoría de las ocasiones.

¿Qué futuro espera a un gato que padece un CCE?

El pronóstico depende de la rapidez con que sea diagnosticado y tratado. Si es detectado en estadíos iniciales, y especialmente si solo están afectadas las orejas y pueden ser reseccionadas con éxito, el gato debería recuperarse perfectamente. Si no es posible eliminar todo el tejido afectado, el pronóstico es más reservado.   

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