El gato obeso

 
 

Este gato está obeso
Además tiene diabetes mellitas

La forma más frecuente de malnutrición entre las mascotas del Reino Unido y de España es el consumo excesivo de calorías que conduce a la obesidad. Se estima que entre un 25 y un 30 por ciento de los gatos están obesos. Se considera a un gato “obeso” cuando su peso supera en un 20% su peso óptimo, debido a una acumulación excesiva de grasas. Un gato presenta “sobrepeso” cuando su peso supera entre un 1 y un 19 por ciento su peso óptimo. Idealmente, los gatos deberían ser alimentados en cantidad suficiente para mantener su peso ideal. Estudios realizados a largo plazo demuestran que tanto la obesidad como la delgadez excesiva acortan la esperanza de vida.

Medición de la condición corporal
El peso corporal puede ser usado para saber si un gato ha ganado o perdido peso. Para determinar cuál es el peso ideal de un gato hay que tener en cuenta su edad y raza. Por ello se usa habitualmente una escala de puntuación de la condición corporal llamada Body Condition Score o BCS en inglés. Esta escala puntúa la condición corporal del gato de 1 a 9, siendo 1 el valor para un gato emaciado, 5 el peso ideal y 9 el valor para un gato obeso. Un gato se considera obeso cuando sus costillas son difíciles de palpar debido a que tiene una gruesa capa de grasa recubriéndolas, tiene una capa de grasa de  moderada a gruesa recubriendo todas sus prominencias óseas, tiene una falda “péndulo” (tiene una gran masa de grasa en la parte inferior del abdomen ) y no tiene cintura. Cuando se le observa desde el aire, la espalda esta ensanchada (ver foto).

La obesidad representa un riesgo para la salud
La obesidad aumenta los riesgos de padecer muchas enfermedades y también su progresión (ver cuadro inferior).

Enfermedades para las cuales la obesidad es un riesgo

Posibles complicaciones asociadas a la obesidad

Diabetes mellitus

Aumento del riesgo anestésico

Enfermedad del tracto urinario inferior (cistitis etc.)

Función inmune disminuida

Sobreesfuerzo de las articulaciones y artrosis

Distocia (problemas asociados al parto)

Enfermedades cutáneas no alérgicas

Problemas respiratorios (síndrome de Pickwick)

Lipidosis hepática (acumulación de grasa en el hígado)

 

Tolerancia al ejercicio y actividad disminuida

 

Factores de riesgo para desarrollar obesidad
 El aumento de peso se produce cuando un gato tiene un “balance energético positivo” durante un período prolongado de tiempo, es decir, cuando ingiere más calorías de las que gasta. La energía en exceso es almacenada en forma de grasa. En la mayoría de las ocasiones el cuerpo es capaz de regular la ingesta de energía para que sea pareja con la energía que se usa, manteniendo la condición corporal alrededor de su “punto óptimo”. No obstante, algunos factores pueden alterar este punto óptimo y predisponer el gato a que gane peso.

Los gatos de pura raza tienen menos tendencia a ganar peso que los domésticos o europeos. Los gatos esterilizados tienden a ganar peso más fácilmente que los enteros. Cuando un gato es esterilizado sus necesidades energéticas disminuyen en un 20 por ciento, por lo que los gatos esterilizados requieren menos energía para mantener su peso que los gatos enteros. La actividad física contribuye de manera muy importante a las necesidades energéticas de un individuo. Los gatos que ejercen poca actividad física o que tienen restringidas sus posibilidades de realizarla están sometidos a mayor riesgo de ganar peso que los gatos activos. Los gatos enteros tienen tendencia a deambular. Al esterilizarlos, su deseo de deambular disminuye y la actividad física llevada a cabo por el gato también.

La edad del gato también está relacionada con la prevalencia de obesidad. Los gatos menores de 2 años tienen menos posibilidades de estar obesos, mientras que los gatos de entre 2 y 10 años tienen menos requerimientos energéticos y por lo tanto ganan peso más fácilmente. Los gatos geriátricos (gatos mayores de 10 años de edad) suelen tener un peso por debajo del peso ideal.

Alimentar al gato con una dieta palatable y calóricamente muy densa predispone a los gatos a que coman en exceso y favorece la obesidad, especialmente si estas dietas son administradas ad-libitum o si se usan como “premios” de una manera excesiva. Además, algunos medicamentos pueden predisponer a los gatos a ganar peso, bien aumentando el apetito o disminuyendo la velocidad del metabolismo. Medicamentos asociados frecuentemente con el aumento de peso son los corticoides (como la prednisolona), la amitriptilina o la ciproheptadina.

Tratamiento de la obesidad
Es peligroso que los gatos obesos pierdan peso rápidamente debido a que les predispone al desarrollo de lipidosis hepática, una enfermedad del hígado potencialmente fatal en la que se deposita grasa en el hígado debido a un cambio en el metabolismo durante períodos de ayuno. Lo ideal es que la pérdida de peso sea gradual y regular; puede necesitarse hasta un año para devolver a su peso ideal a un gato con obesidad grave. Su veterinario diseñará un programa de pérdida de peso que combine una dieta adecuada, un plan de ejercicio físico y una monitorización cuidadosa. Cuando estamos en contacto diario con un gato obeso es muy difícil notar la pérdida de peso. Las visitas regulares a su veterinario para pesar a su gato sirven para asegurarse de que no pierde peso de manera demasiado rápida.

Los gatos son carnívoros estrictos y, a diferencia de humanos y perros, necesitan carne en su dieta para sobrevivir. La dieta natural del gato son  mamíferos de pequeño tamaño, lo que constituye una dieta alta en proteína y baja en hidratos de carbono. Para que puedan perder peso, las dietas veterinarias diseñadas para los gatos tienen un contenido alto en proteína y bajo en grasa e hidratos de carbono. Estas dietas permiten al gato perder peso a partir del exceso de grasa corporal, pero manteniendo su masa muscular.

Además de una dieta adecuada, se puede animar a su gato a realizar ejercicio aumentando el tiempo que pasa jugando con él, o animándole a moverse por la casa (subiendo y bajando escaleras con la ayuda de un arnés si es necesario, trasladando el plato de la comida  a distintos puntos de la casa…).

Manteniendo el peso óptimo    
Una vez que su gato ha alcanzado su peso adecuado es posible que necesite cambiar su dieta a una baja en calorías o “light”. Estas dietas han sido diseñadas para felinos poco activos, y no contienen tantas calorías como las dietas habituales de mantenimiento. Así como es difícil observar la disminución de peso en un gato con el que estamos  todos los días, también lo es darnos cuenta de cuando esta ganando peso de nuevo. Es importante continuar con revisiones regulares para pesarlo y asegurarse de que la grasa no vuelve a acumularse silenciosamente.

compartiendo información
por el bien del gato

GEMFE es un socio nacional de ISFM

©This information sheet is produced by International Cat Care

iCatCare, High Street, Tisbury, Wiltshire, SP3 6LD, UK

www.icatcare.org

 

Registered Charity No: 1117342