Elegir una residencia para nuestro gato

 
 

Muchas personas sufren ansiedad al pensar en dejar a su amado gato al cuidado de otras personas mientras están fuera,  incluso algunos se sienten incapaces de salir aunque sea un par de días.
Sin embargo, hay excelentes residencias disponibles, la pregunta es ¿Cómo determinar la calidad?   

Jaula de madera  con salida al exterior. Las distintas unidades están juntas pero tiene barreras hasta arriba que evitan el contacto directo entre gatos y el traspaso de aerosoles

Encontrar la residencia correcta
Por supuesto, usted puede ser afortunado y vivir a una distancia razonable de una  de las residencias recomendadas por la FAB en el Reino Unido. Estas residencias han sido revisadas por la FAB y se rigen en cuanto a su construcción y gestión por las directrices marcadas por la FAB. Dado que se tienen en cuenta tanto la gestión como la construcción,  la lista es una muestra inequívoca de  que el alojamiento y el cuidado de los gatos son excelentes en estas residencias.
Para obtener una lista de las residencias de la FAB haga click aquí

 

Se pueden encontrar listas de establecimientos autorizados en las páginas amarillas, periódicos locales, revistas de gatos,  pueden recibir consejos de veterinarios,  de las tiendas de mascotas o incluso de amigos, pero la decisión final es suya.
Visite personalmente las instalaciones antes de tomar una decisión. Al final de la página se muestra una lista delos detalles  que se deben tener en cuenta. Si el titular de la residencia se niega a dejarle ver el establecimiento acuda a otra residencia..

 

Residencia de madera con ático para las camas, hecha con estructuras de fácil limpieza.

Residencia de PVC, que facilita mantener la higiene de las jaulas

Residencia de madera que muestra una zona de seguridad para atrapar a los gatos en caso de que se escapen.

 

Tipos de residencias felinas
Generalmente se clasifican como “outdoor” (exterior), es decir, con una zona al aire libre donde pueden salir los gatos o “indoor”  (interior, cerrada), sin acceso al exterior.
La mayoría de los gatos disfrutan más teniendo una zona de acceso  al exterior y además también se asegura de esta manera que haya una buena ventilación para prevenir la propagación de enfermedades. La FAB prefiere residencias con acceso al exterior.  Aunque las residencias  “indoor” pueden ser acogedoras, el hecho de ser espacios completamente cerrados puede favorecer que las bacterias y los virus permanezcan en el ambiente y se puedan transmitir de gato a gato a menos que exista una buena forma de ventilación.
Un buen diseño de una residencia debe garantizar que:

  • El alojamiento del gato tiene  por separado una zona de descanso a cubierto y su propia zona de ejercicio y juego. Deben tener un tamaño apropiado y ser cálidas, secas y seguras.
  • No pueda haber contacto directo entre los  gatos alojados en la residencia ( salvo  que  provengan de la misma casa y se alojen juntos) ni con animales del exterior..
  • Solo se alojarán juntos los gatos que procedan de la misma casa.
  • Haya una ventilación adecuada para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión aérea.
  • Haya una distancia mínima de 0,6 metros entre las distintas unidades de alojamiento  o si están adosadas que estén aisladas  entre ellas de forma que no pasen aerosoles ni que los gatos se puedan tocar entre sí.
  • Los gatos tienen  una vista interesante para estimularles, rascadores y  juguetes.
  • Tienen un lugar en  alto en la zona exterior donde descansar y disfrutar del sol.

Se deben evitar los alojamientos que permiten que gatos de hogares diferentes entren en contacto unos con otros o que puedan utilizar las mismas bandejas para defecar ya que esto facilita el riesgo de propagación de distintas enfermedades.  Esto incluye las residencias donde un grupo grande de gatos están juntos en corrales grandes o los que utilizan un espacio común para hacer ejercicio.  Las jaulas que no tengan un espacio para ejercicio también se deben evitar ya que los gatos necesitan un espacio para entretenerse y moverse.
Las áreas cubiertas pueden tener dos apartados  para separar la cama de la caja de arena o disponer de una especie de altillo o estante como zona de descanso con una  rampa o escalera para acceder y  la bandeja de arena generalmente colocada en la zona inferior.
Cada alojamiento debe estar aislado, forrado con un material impermeable (por ejemplo, como fibra de vidrio, polipropileno, madera prensada forrada con melamina), y cerrado para permitir que mantenga mediante la calefacción una temperatura confortable pero a la vez debe tener una puerta abatible para que el gato pueda salir al exterior. Las unidades deben calentarse de forma individual según las necesidades de cada gato y hay que tener en cuenta que los gatos mayores o enfermos pueden tener dificultades para subir por rampas o escaleras.

Buena gestión de la residencia
Una buena  residencia  debería:

  • Pedir mucha  información sobre el gato cuando se realiza la reserva – nombre, edad, sexo, raza  o  marcas especiales, qué le gusta y qué le disgusta, hábitos alimentarios y debilidades. También debería preguntar si es de pelo largo o corto ya que podría haber un cargo adicional para el aseo de gatos de pelo largo.
  • Insistir en que el gato  esté correctamente vacunado y asegurarse de ello  con los datos reflejados en su cartilla de vacunación (recuerde llevarr la cartilla de vacunación consigo).
  • Preguntar por el historial clínico del gato y pedir el nombre y teléfono de su veterinario habitual por si surgiera una emergencia y el veterinario del centro necesitara ponerse en contacto.  Es posible que le soliciten  que firme un formulario de consentimiento por si el gato precisara medicación durante su estancia.
  • Si su gato ya toma algún medicamento, asegúrese de que en la residencia estén dispuestos a administrárselo Etiquételos cuidadosamente con el nombre del gato y la pauta de administración; es posible que haya un cargo adicional por su administración.
  • ¿Toma su gato alguna dieta especial?  Dígaselo al responsable de la residencia; si es una dita de prescripción, es posible que sea usted quien tenga que proporcionarla.

Deje un teléfono de contacto, o el de algún amigo a familiar  que pueda tomar decisiones en su nombre y asegurarse de que su contacto está informado

 

Vacunación
Para todas las residencias se requiere que el gato esté al día de vacunas contra la gripe felina (herpesvirus y calicivirus) y contra la enteritis infecciosa felina (panleucopenia) que es una enfermedad altamente contagiosa.  La vacunación contra estas enfermedades puede hacerse por separado aunque comúnmente se administran juntas en vacunas con varios componentes. Los intervalos de refuerzo dependerán de la opción que se elija. Los gatos que vayan a ir a una residencia deberían estar vacunados con la gripe felina anualmente. Si la panleucopenia se pone aparte, se pondrá la primera vez una dosis de refuerzo al año y luego basta con administrarla cada 3 años.

Gatos de edad avanzada o enfermos
Si el gato es muy mayor o sufre una enfermedad terminal es aconsejable hablar de lo que al propietario le gustaría que se hiciera en el caso desafortunado de que el gato se pusiera muy enfermo o incluso muriera mientras él está ausente.  Es de gran utilidad para los propietarios de la residencia tener esta información.

Reservar con antelación
Es importante hacer la reserva lo antes posible ya que si la calidad de la residencia es buena, se llenará pronto.  Si está planeando viajar al extranjero, haga una prerreserva; puede confirmala reserva cuando tenga los detalles del vuelo.

El equipaje del gato
Por lo general, una residencia le pedirá que lleve la cama de su gato, porque ayudará a que se adapte mejor, aunque algunas prefieren utilizar las suyas propias;, en este caso, le pueden permitir llevar una manta, toalla o prenda de ropa que le sea familiar al gato.  No lave la prenda de antemano ya que el olor familiar le tranquilizará.  Su juguete favorito también es una buena opción para llevar a la residencia.

Transporte del gato
No lleve a su gato a la residencia en brazos. Hasta que se encuentre dentro, la responsabilidad de su seguridad es por completo suya.
Asegurese de que el transportin del gato es fuerte, amplio y lo suficientemente sólido para evitar que el gato se escape pero a la vez que tenga aireación y que le deje ver lo suficiente. Es mejor forrarlo con varias hojas de papel de periódico que utilizar su ropa de cama que se destinará para su uso en la residencia. No transporte al gato en cajas de madera ya que tienen mala ventilación, son muy inseguras y además si se mojan pueden deshacerse (el gato puede  marearse u orinar al ir en el coche). Es recomendable también no alimentar al gato antes de trasladarlo.

Llegada a la residencia
Al llegar a la residencia con su gato, compruebe siempre que la información sobre la dieta, historial clínico o medicación de su gato haya sido  correctamente escrito en la tarjeta de registro o en el contrato.  Compruebe el nombre y el número del contacto y confirme la fecha de su regreso y la hora estimada que recogerá al gato.
Si se retrasara su regreso, debe comunicarlo a la residencia lo antes posible (no olvide llevar anotado el número de teléfono de la residencia).
Todas las residencias deben tener licencia proporcionada por las Autoridades Locales.

Jaula de madera  con salida al exterior. Las distintas unidades están juntas pero tiene barreras hasta arriba que evitan el contacto directo entre gatos y el traspaso de aerosoles.

 



 

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