Infección por Tritrichomonas foetus en el gato

 
 

Dr Andy Sparkes BVetMed PhD DipECVIM MRCVS, RCVS Especialista en Medicina Felina, Editor científico del Journal of Feline Medicine & Surgery

Ellie Mardell MA VetMB CertSAM MRCVS, The Feline Centre, University of Bristol

Kirsty Wood BVSc MRCVS, The Feline Unit, Animal Health Trust

Professor Danièlle Gunn-Moore
BSc, BVM&S, PhD, MACVSc, MRCVS, RCVS Especialista en Medicina Felina,
Director del Feline Clinic, University of Edinburgh

 

Tritrichomonas foetus es un parásito protozoo unicelular flagelado, que tradicionalmente se considera causa de enfermedad en el aparato reproductor del vacuno (infertilidad, aborto y endometritis). Se encuentra distribuido por todo el mundo pero la instauración generalizada de la inseminación artificial lo ha eliminado prácticamente en su totalidad de la población vacuna del Reino Unido y la mayor parte de Europa.

Infección en el gato
En numerosos estudios, la mayoría realizados en los EEUU, se ha demostrado que T foetus puede ser también causa de diarrea en el gato. Infecta y coloniza el intestino grueso y puede ser causa de diarrea crónica e intratable.

Se ha demostrado que el parásito causa principalmente colitis (diarrea de intestino grueso) cursando con aumento de la frecuencia de las defecaciones, heces pastosas a líquidas acompañadas algunas veces de sangre fresca y/o moco. Cuando la diarrea es severa, el ano se inflama produciendo dolor y en algunos casos puede ocasionar incontinencia fecal. Es mucho más frecuente en gatitos y gatos jóvenes, la mayoría menores de 12 meses de edad, aunque puede afectar a gatos de cualquier edad. Entre los gatos afectados la mayoría habitan refugios o colonias de gatos de pura raza.

En la ecografía abdominal se pueden observar alteraciones del intestino grueso y linfadenopatía regional. Las biopsias de colon de los gatos afectados demuestran una inflamación linfoplasmocítica de moderada a severa - un patrón habitual en otros agentes infecciosos y en la enfermedad inflamatoria intestinal. Aún siendo inespecíficas las biopsias, los parásitos pueden verse estrechamente asociados a la mucosa intestinal. Aunque la diarrea pueda ser persistente y severa la mayoría de los gatitos se encuentran bien y no sufren pérdidas de peso significativas.

La infección es más frecuente en colonias y casas donde residen varios gatos, donde el organismo se disemina entre los gatos por contacto directo. No existen evidencias de contagio desde otras especies, agua o comida. En un estudio, el 31% de los gatos de una exposición felina en los EEUU fueron detectados como infectados por el organismo sugiriendo que éste es una causa de diarrea importante, frecuente y previamente infradiagnosticada en el gato.

Aunque la mayoría de la información sobre T foetus proviene de trabajos basados en gatos de los EEUU, se han detectado casos en gatos del Reino Unido (la mayoría gatos con pedigrí, todos de casas con varios gatos, generalmente con más de uno afectado), Alemania, Italia, España y Noruega. En el Reino Unido hasta un 30% de muestras de heces provenientes de gatos con diarrea son positivas a T foetus, siendo los gatos jóvenes con pedigrí los más representados (Siameses y Bengalíes). Existen evidencias de que T foetus afecta de forma generalizada a la población felina, siendo la infección más probable donde se aglutine mayor densidad de gatos que compartan el mismo ambiente.

Mientras que T foetus se sabe causante de patología reproductiva en ganado vacuno (infertilidad, aborto y endometritis) su papel como causante de dicha patología en el gato se desconoce. Existe un caso clínico de una gata noruega, proveniente de un ambiente infectado por T foetus, que desarrolló una piometra (conteniendo T foetus el exudado). La gata había recibido un tratamiento con inhibidores del celo durante 6 semanas (acetato de medroxiprogesterona) que la predispuso a la infección del endometrio. También se ha sugerido que los gatos pudieran albergar el parásito en el prepucio.

Diagnóstico

La búsqueda de T foetus en las heces de gato se puede realizar mediante varios métodos (ver a continuación para más detalles): (i) examen directo del parásito (móvil) en muestra fresca, (ii) usando un medio de cultivo o (iii) detectando el DNA de T foetus mediante PCR. Dichos métodos tienen distintas sensibilidades. En un estudio el examen en fresco fue positivo en 5/36 casos, el cultivo en 20/36 y la PCR en 34/36. La PCR es la prueba más sensible pero aún así siempre existe la limitación de la eliminación intermitente del parásito.

El diagnóstico de T foetus suele ser directo. El parásito reside en el intestino en forma de trofozoitos, pequeños y móviles, que pueden detectarse gracias al microscopio. Para mejorar los resultados las heces tienen que ser frescas, y en el caso de haber moco en las heces será en éste donde más probablemente los detectaremos. La extensión se realiza con la muestra de heces/ moco que se mezcla con una gota de suero salino en un portaobjetos. Para examinar la preparación al microscopio se coloca un cubreobjetos y se utilizan aumentos de x200 a x400. En la mayoría de los gatos clínicamente afectados se podrán detectar gran número de pequeños organismos móviles, como si se tratara de renacuajos microscópicos pero con colas muy pequeñas, que poseen una membrana ondulante que discurre a lo largo de todo su cuerpo. Su movimiento se describe como “recto pero errático”. Para aumentar la posibilidad de detección del parásito se tendrán que examinar múltiples extensiones de varias muestras fecales. Los frotis rectales también son útiles- se introduce un hisopo por el ano para ser rotado en la mucosa del colon- cuando se extienden en un portaobjetos y se diluye con salino para examinarse como se describe más arriba. Se tiene que distinguir de Giardia, otro parásito protozoo,aunque en la infección por éste suelen haber menos trofozoitos, son binucleados y poseen una “ventosa ventral”, y no se mueven en línea recta como T foetus. Cuando el gato ha sido tratado recientemente con antibióticos se puede ver reducido el número de T foetus que se excretan por lo que se verán reducidas nuestras posibilidades de diagnóstico. Para estos casos deberemos usar técnicas con mayor sensibilidad.

Existen dos métodos más sensibles y específicos que el examen en fresco. El primero consiste en el cultivo de las heces mediante un sistema desarrollado para vacuno: el “In Pouch TF” (BioMed Diagnostics, Oregon, USA) que utiliza un medio líquido en un sobre de plástico estéril. El sobre tiene que inocularse con 0,05g de heces (la mitad del tamaño de un guisante). Se incuban a temperatura ambiente durante 12 días, examinándose  cada dos días al microscopio en búsqueda de las formas móviles características del parásito. Es un test más sensible que el examen directo y por ello útil cuando este último es negativo. Giardia y otros parásitos similares no crecerán en estos cultivos selectivos. En el Reino Unido está disponible en Capital Diagnostics de Edinburgo (0131 535 3145) aunque las bajas temperaturas del servicio postal inglés, causando un alto número de falsos negativos por muerte del parásito, hacen más recomendable la PCR por ser mucho más sensible.  La PCR (Polymerase Chain Reaction) es el método diagnóstico más sensible y específico, siendo sofisticado por detectar la presencia del material genético del organismo. Actualmente se encuentra disponible en varios laboratorios del Reino Unido, EEUU y más recientemente en España (ver más abajo).

Pronóstico
A día de hoy, la información de la que se dispone indica que el pronóstico a largo plazo para los gatos infectados es bueno, y que la mayoría la resolverá sin tratamiento médico. Aún así, el proceso de curación clínica es lento- en un estudio la media fue de nueve meses, pero hubieron gatos donde fue de más de dos años o incluso de por vida. Parece ser que la mayoría de gatos infectados continúan eliminando pequeñas cantidades del parásito durante meses tras la resolución de la diarrea.

Tratamiento
La mayoría de los estudios centrados en el tratamiento de T foetus son poco alentadores. El parásito es resistente a la mayoría de los fármacos anti-protozoarios convencionales como son el fenbendazol o el metronidazol. Tan sólo para mejorar la consistencia de las heces, se han usado distintos antibióticos que probablemente afecten a la interacción entre T foetus y las bacterias presentes en el intestino. Sin embargo, no se recomienda administrar antibióticos por ser incluso posible que alargue el tiempo de eliminación del parásito y porque no resuelve la parasitación.

La Dra. Jody Gookin, de la Universidad de North Carolina, autora de la mayoría de los estudios realizados sobre el tema, describió en un trabajo reciente que el ronidazol (un antibiótico similar al metronidazol) era eficaz frente a T foetus (JVIM, 2005 19: 436; JVIM, 2006 20: 536-543). De los pocos estudios realizados parece ser relativamente seguro en gatos, aunque un reducido número de pacientes desarrollaron signos neurológicos como tics y convulsiones, que se resolvieron al interrumpir el tratamiento. (Los signos neurológicos son similares a los observados en gatitos, o gatos con hepatopatías, cuando se les han administrado las dosis estándar o altas de metronidazol).

El ronidazol no está registrado para su uso en el gato; tan sólo se puede utilizar con precaución y tras el consentimiento informado firmado por parte del propietario (ver la hoja informativa para propietarios sobre el Ronidazol). Los primeros estudios sugerían que la dosis de 30 a 50 mg/kg de una a dos veces al día, durante dos semanas,  resolvía los signos clínicos y eliminaba en teoría a T foetus. Sin embargo, se recomienda administrar la dosis inferior (30 mg/kg), reduciendo a 10 mg/kg de una a dos veces al día dos semanas en el caso de gatitos o gatos con hepatopatía.

El sabor amargo del ronidazol en polvo obliga a su encapsulación antes de administrárselo al gato. La presentación al 10% del ronidazol en polvo se usa para tratar la tricomoniasis en pájaros (palomas). Dicha presentación no se encuentra disponible en el Reino Unido y la cantidad presente del fármaco en la formulación al 10% no se puede garantizar. Por ello se obtuvo el permiso de la Veterinary Medicines Directorate (VMD) para usar el principio activo al 100% de su pureza en los gatos infectados por T foetus.
Esta es la formulación usada en los EEUU. En el Reino Unido las cápsulas se obtienen a través de Nova Laboratories, Tel: 0116 223 0099. Aunque la VMD autoriza el uso del fármaco en gatos también recomienda encarecidamente mantener un registro de los gatos tratados, y que ninguno sea tratado sin el previo consentimiento informado firmado. Además se debe anotar cualquier efecto adverso y enviar la información del caso donde se produjo dicho efecto a Danielle.Gunn-Moore@ed.ac.uk

Se debe llevar mucho cuidado con el uso del ronidazol: hay muy pocos estudios sobre su uso en gatos y los existentes en otras especies indican toxicidad a largo plazo (en muchos países está prohibido su uso en especies de producción para limitar la exposición a humanos). También se recomienda tener precaución en la manipulación del fármaco.

¿Puede T foetus infectar a humanos?
Aunque no está demostrado, se cree que T foetus puede infectar al ser humano; como prevención para personas que estén en contacto con gatos infectados debemos recomendar algunas medidas higiénicas básicas que eviten la ingestión del parásito. Dichas precauciones también serán de ayuda para evitar el contagio de otros gatos, así como que las personas contraigan otras infecciones que puedan padecer los gatos.

Medidas higiénicas recomendadas:

  1. Lavarse las manos tras el contacto con heces de gato
  2. Lavarse las manos tras limpieza del arenero, tenga o no diarrea el gato
  3. Los arañazos o mordiscos de gato se deben lavar inmediatamente con agua y jabón. Consultar a personal médico lo antes posible si aparecen signos de infección, como son el enrojecimiento, dolor o inflamación de la herida.
  4. Las personas inmunosuprimidas no deberían manipular las heces ni la arena, tendrían que lavarse las manos tras el contacto con el gato y deberían evitar convivir con gatos que tuviesen diarrea persistente. Si su gato tiene diarrea, ésta se debe investigar hasta encontrar la causa. En el caso de ser Tritrichomonas foetus el responsable de la diarrea se tiene que tratar con ronidazol y vuelto a testar tras el tratamiento, o ser trasladado a otro hogar hasta que la infección se haya resuelto.

Para más información sobre T foetus en el gato: www.fabcats.org . Para veterinarios que deseen más datos, contactar con Danièlle Gunn-Moore: Email: Danielle.Gunn-Moore@ed.ac.uk Tel: 44 (0)131 650 7650 Fax: 44 (0)131 650 7652

PCR de T foetus:

En el Reino Unido:

Capital Diagnostics, SAC Veterinary Science Division, Bush Estate, Penicuik, Midlothian, EH26 0QE: Tel. 0131 5353145).

Está disponible una PCR cuantitativa (PCRC) que incorpora un amplificador interno para evitar los falsos negativos. El análisis se realiza con una pequeña cantidad de heces (2-5 ml) por un coste de 29 libras esterlinas (+IVA). Para más detalles sobre la prueba o encontrar los formularios de envío consultar en  http://www.langfordvets.co.uk/lab_pcrnews.htm o contactando directamente con Langford Veterinary Services Diagnostic Laboratories at the University of Bristol, Langford House, Langford, Bristol, BS40 5DU. Tel: +44 (0)117 928 9412 Fax: +44 (0)117 928 9613 Email: lvs@langfordvets.co.uk.

En los EEUU las muestran se pueden enviar al College of Veterinary Medicine, North Caroline State University (USA), más información en: www.cvm.ncsu.edu/mbs/gookin_jody.htm.

Agradecimientos:
Al Dr Andy Sparkes, Ellie Mardell y Kirsty Wood quien se vieron involucrados inicialemente en la confección del presente artículo.

Bibliografía y lecturas recomendadas:

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Figura 1 : Se pueden realizar frotis rectales con hisopos de algodón que se hayan rotado en la pared rectal. Los frotis se extienden en un cubreobjetos y el material obtenido se diluye con suero salino para prevenir la desecación.


Figura 2 : Forma típica de gran número de T foetus en un frotis rectal a x400 aumentos. Cuando se observan éstos son altamente móviles.

 


Figura 3 : Apariencia de un T foetus teñido con Lugol. Se pueden observar tres flagelos anteriores y una membrana ondulante a lo largo de toda la longitud del organismo.
Fotografías cedidas por el Dr A. Sparkes



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